miércoles, 6 de febrero de 2013

GLS

Hoy tenía que hacer un par de recados, así que he salido a la calle. Mientras paseaba, me he cruzado con un ciego. No era la primera vez que lo veía, pero esta vez, me ha dado para pensar, a raíz de una conversación que tuve ayer, con un gran amigo, sobre los valores de la amistad.

Ese ciego quizás en la vida haya visto a las personas que realmente le importan. Por eso pienso que tiene, dentro de su discapacidad, una gran suerte. A lo que me refiero es, que no valora la amistad por cómo vistamos, por nuestro color de piel o por nuestra clase social. Él va más allá. La valora por las siglas que me enseñaron ayer: GLS (Generosidad, Lealtad, Sinceridad). Jamás ha podido mirar por encima del hombro, juzgar sin conocer o simplemente no valorar lo que tiene. Esta persona sabe lo que significa la verdadera amistad y creo que todos podríamos aprender un poco de él. Por eso, más allá de compadecerme de él, se puede decir que le envidio.

Si hubiese tenido la oportunidad, le hubiese pedido cambiarnos los papeles por un día, para saber qué es lo que se siente cuando "ves" lo que de verdad vale la pena.

"Estoy contando a los que importan con los dedos. Yo soy la historia que escribo, no soy la ropa que llevo" Charlie.

Carlos M.

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